El tiempo, como siempre, arropa como un maestro lleno de sabiduría. Hoy llegamos a 3 años de tu inesperada despedida que nos dejó rotos.
La tarde de aquel 18 de mayo se convirtió en dolor insoportable, pero con tu pérdida llegaba también una búsqueda para sentirte, alegre, sonriente, con tu ganas de ayudar, de superarte con tu bata blanca, con tu entrega de médico, con tu sueño de una #Venezuelalibre.
Buscarte en la música, en los sonidos, en tu voz, en los abrazos y las palabras de amor de tus incontables amigos, del afecto demostrado por tus mentores y profesores, del cariño profundo de la ciudad que te vio nacer, se hizo bálsamo para la herida, y así comprendimos que Dios nos hablaba de ti todos los días.
La búsqueda se convirtió entonces en certeza. Estás en las conversaciones cotidianas como quien nunca se fue, en los sueños de tantos que te aman, en la mesa cuando comemos y te recordamos, cuando suenan tantas y tantas canciones, cuando oramos, cuando te imaginamos.
Por eso el tiempo que arropa como gran sabio nos ha enseñado a reconocerte en detalles, en los gestos de los pacientes a los que ayudas con la labor humanitaria en tu nombre y desde @aliadosconpaul, en una memoria presente cada segundo.
Aprendimos a saber que estás con nosotros aunque no podamos abrazarte, hemos aprendido a vivir extrañándote y sintiéndote al mismo tiempo, un misterio del que ya tendremos momentos para seguir descifrando.
Mientras tanto, sigue llenándonos de fe y amor. Nosotros te amaremos más y más.
Tuyos #PaulMoreno