Eres presencia en mente y corazón en cada segundo de nuestras vidas. Tu con tu profundo amor, con tu inagotable sonrisa, con tu música y tu bata de médico. Así estás vivo Paúl, y así permanecerás.
Abrázanos fuerte en sueños con tus alas tricolor para sentirte aún más cerca.
Un 21 de septiembre de 1992, viniste al mundo para transformarnos, para llenarnos de alegría, de orgullos y de sueños.
Nada borrará tu presencia, aunque tu cuerpo no esté aquí, porque ahora estás en la luz de Dios.
Feliz cumpleaños, hijo, hermano, amigo, héroe venezolano.